A Matt lo dejaron atado a la puerta de un supermercado en Valencia en un estado extremo. No podía ni tenerse en pie. Alguien lo había estado, literalmente, matando de hambre. Aunque no tenía chip, la ayuda vecinal permitió identificar al propietario del animal.
Hablamos con Amparo Requena sobre un caso de maltrato grave que, tras un juicio rápido, estuvo a punto de quedar impune. Sin embargo, y gracias a la labor de la acusación de Modepran, se consiguió una condena.
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