Octubre, 2018. La importancia de crear espacios para fomentar una cooperación multidisciplinar entre profesionales de diferentes áreas, con el fin de compartir información precisa y rigurosa para el ejercicio de sus funciones, es una de las inquietudes del colectivo de operadores jurídicos que integran INTERcids.

Emiliano Borja y Eduardo Olmedo con Laska

Es por ello que estamos muy agradecidos al Ilustre Colegio de Abogados de Valencia y especialmente a la presidenta de su Sección de Derecho Animal, Amparo Requena, por la excelente organización de las Jornadas sobre el vínculo entre la violencia interpersonal y la violencia hacia los animales, que se celebraron los pasados 3 y 4 de octubre en Valencia.

La primera de las ponencias, a cargo del catedrático de derecho penal de la Universidad de Valencia, Emiliano Borja, tuvo como protagonista a Laska, una perra labradora de 4 años, presente en el estrado como acompañante y guía del profesor. Tras ofrecernos algunas recomendaciones sobre cómo tratar a un animal que trabaja como guía de una persona ciega si nos los encontramos por la calle, el profesor hizo un repaso de los requerimientos jurídicos para la consideración de la condición de víctima, aplicando todos ellos a Laska y llegando a la conclusión de que cumple con cada uno de los requisitos, a pesar de ser un animal.

La exposición nos dejó anécdotas muy emotivas de la vida del profesor con su perra y frases tan personales como que «Laska es única e irrepetible en el mundo de los animales, en el mundo de los perros, en el mundo de los labradores y en el mundo de los perros guía«, así como interesantes argumentos para la reflexión.

La perspectiva científica la aportó la psicóloga forense Lorena Manrique, delegada de la Coordinadora de Profesionales por la Prevención de Abusos (CoPPA), colectivo internacional dirigido a la prevención de la violencia y la protección de grupos en situación de vulnerabilidad. A través de un resumen de resultados de numerosos estudios sobre el vínculo entre maltrato animal y violencia interpersonal, sus experiencias de su trabajos con víctimas de violencia doméstica y maltrato y abuso sexual infantil, y casos ocurridos recientemente en España, puso en evidencia que la crueldad hacia los animales puede ser en sí misma una forma de violencia hacia humanos con repercusiones terribles para todas las víctimas, y la necesidad de que ciertos tipos de maltrato animal sean considerados también como violencia hacia humanos.

Lorena Manrique

Asimismo, Lorena Manrique expuso los requerimientos propuestos por CoPPA para una mayor prevención y protección de humanos y animales que incluyen, entre otros, la creación de instancias gubernamentales y políticas públicas, el refuerzo de la legislación referida al maltrato animal, el abordaje en el Código Penal del maltrato animal en la victimización de humanos o el fomento de una policía especializada en este tipo de delitos.

María González Lacabex, experta en Derecho Animal y asesora jurídica de CoPPA, miembro también de nuestro colectivo, repasó en su ponencia diversas lagunas detectadas en el ordenamiento jurídico actual a la hora de considerar y abordar el vínculo existente entre estas dos formas de violencia, insistiendo en la importancia de considerar el maltrato animal como una expresión más de violencia, que también puede ser utilizada contra seres humanos.

María González Lacabex

Por otro lado, la jurista mostró algunos ejemplos de disposiciones administrativas y penales en las que de alguna manera empieza a integrarse esta consideración y explicó propuestas legislativas presentadas por CoPPA para cubrir los vacíos legales existentes y contribuir a que esta perspectiva vaya integrándose en futuras medidas, poniendo énfasis en la necesidad e importancia de la intervención de todos los operadores implicados, no sólo profesionales del Derecho y la Justicia, sino también de otros campos, como la intervención social o la veterinaria.

La jueza de Instrucción de Lugo, Pilar de Lara, que se presentó como una «juez de trinchera», fue la encargada de iniciar el turno de ponencias en la segunda jornada, y lo hizo constatando que los animales sufren maltrato en todos los ámbitos, también el judicial. Un maltrato institucional que no ha reconocido la entidad de los animales, lo que supone el archivo de la mayoría de las causas.

Pilar de Lara

Pilar de Lara, en representación de INTERcids, resaltó la importancia que tiene para los jueces obtener información precisa, en este y otros ámbitos, y lo esencial que es el avance hacia una legislación más clara, que pueda atender los casos de violencia concurrente hacia humanos y animales.

Su exposición incluyó también ejemplos de jurisprudencia en casos de violencia interrelacionada, que le sirvieron para ilustrar algunas de las dificultades a las que se enfrentan los jueces en el ejercicio de su labor, así como jurisprudencia que mostraba la penalización de las agresiones cometidas hacia ambas víctimas, como en los casos en los que concurre el maltrato psicológico a una víctima de violencia de género con el maltrato físico a un animal.

El Fiscal de Medio Ambiente de Valencia, Eduardo Olmedo, miembro experto de nuestro colectivo, comenzó su exposición analizando la positiva evolución de las estadísticas de casos y sentencias dictadas por maltrato animal en Valencia, en comparación con otro tipo de delitos. Analizó también varios casos extraídos de su propia experiencia, en los que quedaba claramente reflejado el vínculo entre el maltrato animal y la violencia hacia las personas.

Eduardo Olmedo y Amparo Requena

El fiscal puso también el acento en la importancia de la intervención, indicando que, en su opinión, solo con el endurecimiento de las penas no se garantiza poder evitar este tipo de delitos. Señaló que existen recursos en la ley que no se están aprovechando, como la imposición de penas que incluyan programas formativos o trabajos en beneficio de la comunidad.

Por último, como broche final de las jornadas, el agente de Policía Local de Castellón Pedro Moratalla, miembro experto de INTERcids, compartió con los asistentes su experiencia como responsable de la UPROMA, Unidad de Protección Medioambiental y Bienestar Animal de Castellón, cuya labor, desde el año 2013, va mucho más allá de la defensa medioambiental y la protección de los animales domésticos y salvajes.

Pedro Moratalla y Amparo Requena

Esta unidad, pionera en nuestro país, está también especializada en la detección de casos en los que se ejerce violencia conjunta hacia humanos y animales. El agente compartió con los asistentes casos de su propia experiencia y recordó, una vez más, la importancia de la colaboración ciudadana y la implicación de administraciones y profesionales de las diferentes disciplinas para detectar y prevenir este tipo de delitos.

 

Nuestro agradecimiento a Amparo Requena por la excelente organización y moderación del evento y a la Sección de Derecho Animal del Ilustre Colegio de Abogados de Valencia por facilitar espacios de intercambio y reflexión tan importantes como este.

Terminamos este resumen con la cita del Hamlet de Shakespeare, con la que el profesor Borja cerró su exposición: «pongamos cadenas al peligro, que se mueve con bastante libertad«. Pongamos, todos juntos, cadenas al maltrato animal.

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