Mayo, 2018. La sentencia se ha dictado cinco años después de los hechos, ocurridos en abril del 2013. Tras una intervención de la Policía Local de Castellón y la Unidad de protección Medioambiental y Bienestar Animal UPROMA, los agentes hallaron al perro muerto, en una estancia de la casa llena de basura, atado con una cadena a la cama.

Según testimonios de los vecinos, el animal estuvo ladrando y aullando día y noche, hasta su terrible y agónico final.

Ahora, en sentencia firme del Juzgado de lo Penal número 3 de Castellón, publicada el pasado 15 de mayo, el joven de 26 años ha sido condenado a una pena de 9 meses de prisión como autor de la muerte del animal. El fallo también lo inhabilita durante 2 años para el ejercicio de cualquier profesión, oficio o comercio que tenga que ver con animales. La entidad de protección animal de Castellón, Aspac, ha sustentado la acusación popular.

Unidad de Protección Mediambiental y Bienestar Animal

La UPROMA, cuyo coordinador Pedro Moratalla es miembro experto de INTERcids, tiene como primera función asegurarse de que se cumpla la ley en casos de maltrato animal, pero su implicación va mucho más allá. Una de sus prioridades es la prevención de delitos contra los animales, que pueden ser síntoma de graves problemas de violencia, tanto hacia ellos como hacia las personas.

El trabajo en coordinación con otras policías locales, la colaboración ciudadana y la educación en materia de bienestar animal, son las claves sobre las que se fundamenta el la importante labor de la UPROMA que lleva, desde sus inicios, cientos de servicios atendidos.

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