Enero, 2024.

Terrassa 2022 / Stop3Tombs

Desde INTERcids alertamos a las autoridades municipales sobre el sufrimiento animal que supone esta celebración, los riesgos para la seguridad pública, y la ineficacia de cualquier pretendido protocolo de bienestar animal.

Como cada año, ya ha dado comienzo en Catalunya la celebración de los «Tres Tombs» o «Tonis», una fiesta de origen religioso para homenajear a Sant Antoni Abat, que tradicionalmente consistía en dar tres vueltas (tres tombs) con carros tirados por animales a la iglesia, el pueblo o una gran hoguera, bajo la superstición de que la primera vuelta era para pedir protección para los animales, la segunda para una buena cosecha, y la tercera por la salud de las personas.

Esta tradición como tal, hace años que se ha perdido por la propia evolución social, y actualmente se mantiene un resquicio de esta actividad como evento lúdico, fomentado por algunas asociaciones que se encargan de su organización en forma de fiesta consistente en una cabalgata o rúa, por un recorrido que se aprueba desde los Ayuntamientos. Se celebra los fines de semana de todo el año, con la única excepción de julio y agosto, por un gran número de municipios en Catalunya.

Comunicado de INTERcids a los municipios que aún celebran estos actos

En INTERcids, habiéndose constatado la incompatibilidad de esta actividad con el bienestar animal, según los argumentos que ya se presentaron detalladamente en la Mesa sobre Tres Tombs del III Congreso de Derecho y Animales del Vallès Occidental (Terrassa, 2023), desde el punto de vista veterinario, de la etología y del derecho, con abundante material gráfico cedido por el movimiento #Stop3Tombs, hemos puesto en marcha una campaña informativa y de contacto con todos los Ayuntamientos que celebran esta festividad.

Así, mediante una comunicación que enviamos en los días previos a la celebración del evento, alertamos a Alcaldía, la Regiduría de Cultura y la Regiduría de Bienestar animal de cada municipio sobre los riesgos y perjuicios sobre los animales a los que se exponen y, ante la inminente celebración, la necesidad de que extremen la vigilancia a fin de poder comprobar directamente por las autoridades públicas, los numerosos incidentes que se repiten cada año.

Una actividad incompatible con el bienestar de los équidos

Pese al intento de mitigar el padecimiento de los équidos mediante la elaboración de protocolos de bienestar animal por parte de diversas entidades, la realidad nos muestra como la fiesta en sí misma es incompatible con este concepto. La ornamentación con que se viste a los caballos y otros animales de tiro, propia de la fiesta, provoca en los animales un largo listado de problemas que afectan de manera directa a su salud: se les provoca dolor en diferentes partes del cuerpo como extremidades, mandíbula y cuello, con limitación extrema de movimiento, generándose evidentes tics nerviosos, salivación excesiva, etc. Los utensilios utilizados por carreteros y jinetes también resultan en extremo dañinos para los animales, y esto añadido al mal manejo que venimos constatando año tras año, agrava la situación. Incluso se llega a ver como normal que algún caballo desfile presentando cojera o que vaya resbalándose todo el recorrido.

La presencia de uno o dos veterinarios en el evento no impide este sufrimiento que, ya de base, se inflige a los animales por la naturaleza propia de la fiesta, pero además se ha podido constatar que es habitual validar la participación de caballos que presentaban problemas de salud previos, e incluso se ha hecho continuar con el recorrido a animales que presentaban problemas al caminar. En el mismo orden de cosas, los elementos externos como música, asistencia de público durante el recorrido, y la carga que han de soportar los animales entre otros, ocasionan también situaciones de estrés o miedo que los animales han de soportar durante toda la actividad.

No podemos pasar inadvertido tampoco el riesgo para las personas asistentes, especialmente menores, en tanto que la presión a la que son sometidos los équidos durante la cabalgata, con frecuencia ha provocado, y seguirá provocando, accidentes.

Una actividad cada vez más cuestionada

Paralelamente, la creciente preocupación social por la protección de los animales, ha hecho que proliferen movimientos que claman por el cese de esta celebración, y ya hay Ayuntamientos que atendiendo a motivos diversos (falta de presupuesto, o de arraigo en la sociedad actual) han ido dejando de permitir esta celebración: Arenys de Mar, Tordera, Bàscara, Sant Feliu de Guíxols, Arenys de Munt, Banyeres del Penedès, Cabrera de Mar o Mataró entre otros.

En otros municipios, pese a que hasta el momento se mantiene la celebración, las autoridades locales muestran respeto por la controversia social existente, y no participan activamente en el desarrollo de la cabalgata. No obstante, lamentamos que aún seguimos viendo a representantes públicos que no sólo hacen oídos sordos a esta realidad de sufrimiento animal, sino que fomentan la fiesta públicamente subiendo a los carros y enalteciendo su participación incluso en redes sociales.

En tanto que el calendario de esta festividad acaba de comenzar, desde INTERcids haremos un seguimiento exhaustivo de las celebraciones, con la finalidad de que a través del contacto con los Ayuntamientos, algunos de los cuales han acogido muy favorablemente nuestra comunicación, abrir un debate directo sobre la continuidad de los ‘Tres Tombs’ o ‘Tonis’.