Corría el año 2015 cuando la protectora que gestionaba las colonias felinas de Sant Andreu de Llavaneres (Barcelona) comenzó a detectar la desaparición de varios de sus gatos. Meses más tarde, una mujer encontró a una gatita con síntomas de envenenamiento en la linde de su jardín. Cristian Recio, en aquel momento el responsable del Servicio de Protección de los animales de dicha localidad, realizó una profunda investigación que ha llevado al presunto culpable hasta el banquillo.

Recio es en la actualidad Caporal de la Policía Local de Malgrat de Mar.

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